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TIC® Técnicas de Integración Cerebral®




TIC®: Técnicas de Integración Cerebral


T
écnica de los Anteojos Hemisféricos®, Técnica de Un Ojo por Vez®



La Técnica de los Anteojos Hemisféricos y la Técnica de Un Ojo por Vez son dos nuevos métodos terapéuticos, pertenecientes a ya conocido grupo de las TERAPIAS DE AVANZADA®, con sus nuevos paradigmas.

Las técnicas de TIC® posibilitan la integración de las diferencias de percepción que existen naturalmente entre los dos hemisferios cerebrales, y que se intensifican notoriamente frente a una situación perturbadora.

Permiten observar el distinto enfoque de un problema cuando la persona lo contempla con uno u otro hemisferio cerebral por separado.

Entre ambos hemisferios hay diferencias notables en creencias, emociones, sensaciones corporales y niveles de perturbación, acerca del tema a tratar.

El uso de estas técnicas permite la integración de esta información disímil, logrando rápidamente la resolución de los problemas, al integrar la interpretación de ambos cerebros, y posibilita una visión mas realista y adaptativa, corrigiéndose todas las distorsiones, así como los sentimientos o miedos inadecuados o exagerados, propios de los cuadros psicopatológicos. Esto se mantiene en el tiempo, y la patología resuelta no retorna.

En 2000 y 2003, basados en los trabajos de F. Schiffer desarrollaron la Técnica de los Anteojos Hemisféricos® (Solvey y Ferrazzano de Solvey - 2000).

La Técnica de Un ojo por Vez, basada en la investigación realizada por los canadienses Audrey Cook PhD. y Richard Bradshaw PhD. (2000).

Estas técnicas no se basan en intentar cambiar los pensamientos del paciente con respecto al tema a tratar, sino en corregir la neurofisiología alterada, causa directa de la sintomatología, y los pensamientos se corrigen como subproducto.

Con un abordaje completamente diferente a los tradicionales, se obtienen modificaciones en las respuestas neurofisiológicas del cerebro frente al hecho perturbador y, como resultado de esto se produce la resolución de la sintomatología. Están basadas en nuevos paradigmas de las neurociencias respecto a las funciones cerebrales.

Con las Técnicas de Integración Cerebral®, a medida que el trauma es observado y evaluado varias veces en forma alternada con ambos hemisferios, se va estableciendo un gradiente descendiente de la perturbación que este produce, desensibilizándose e integrándose de esta manera las percepciones disímiles que tienen ambos hemisferios acerca del mismo, bajando drásticamente la intensidad de la perturbación, tanto emocional como corporal que la situación provocaba, hasta desaparecer. El `problema´ deja de serlo. Se desensibilizan así tanto traumas como obsesiones, fobias, creencias disfuncionales y muchos otros temas.

La Técnica de los Anteojos Hemisféricos ® y Técnica de Un Ojo por Vez® son dos
nuevos métodos terapéuticos que posibilitan la integración de las diferencias de percepción que existen entre ambos hemisferios cerebrales. Permiten observar el distinto enfoque de un problema al contemplarlo con uno u otro hemisferio cerebral por separado. Entre ambos hay diferencias notables en creencias, emociones, sensaciones corporales y niveles de perturbación frente a un tema o recuerdo. Si bien nos imaginamos a nosotros mismos con un cerebro, funcionalmente tenemos dos, uno izquierdo y uno derecho. Existen funciones, pero también existen diferencias entre ambos. Para la mayoría uno u otro lado serán dominantes, y determinarán como se ve y se experimenta el mundo. Cuanto más dominante sea un hemisferio sobre el otro, tanto más inclinan las percepciones y determinan la conducta. Usamos ambos hemisferios es forma sincronizada, cambiando permanentemente su activación, en una ida y vuelta, para obtener los mejores beneficios de ambos.

En ocasión de un trauma se lateraliza la función cerebral hacia el lado derecho, quedando fuera de conexión con el hemisferio izquierdo, sede de los recursos y habilidades necesarias para resolver la situación que el trauma produjo, y que sería el más útil para esta ocasión, pero que ha quedado fuera de circuito.

El hemisferio derecho, en cambio es quien nos protege con su desconfianza y alerta de los peligros reales que acechan en la vida, almacenando el recuerdo de los traumas para cumplir con esta función de alerta.

Esta integración hemisférica permite una visión mas realista del problema al converger ambas perspectivas, lográndose corregir las distorsiones, así como las emociones o miedos irracionales o exagerados, produciéndose además una reestructuración cognitiva profunda. Estos cambios se mantienen en el tiempo, y la patología resuelta no retorna.

Las Técnicas de Integración Cerebral® se explican por el modelo de la integración hemisférica, basados en las experiencias del Dr. Bessel van der Kolk (1996), neurofisiólogo holandés, quien encontró que los traumas producen un desequilibrio en la sincronía de ambos hemisferios cerebrales, con una marcada lateralización derecha, al corregir la desincronización hemisférica logramos corregir la perturbación en forma veloz y duradera.


En todas las Técnicas de Integración Cerebral® el cambio en la simetría hemisférica, como respuesta al tratamiento, es demostrable a través de un mapeo cerebral computarizado, efectuado antes y después de la sesión.

Con estas técnicas nos adentramos en un terreno hasta ahora desconocido, es un paradigma totalmente novedoso, a través del cual encontramos una manera de modificar la sintomatología psíquica, por medio de la estimulación del sistema nervioso central y los cambios producidos en su neurofisiología.

Los resultados son de una considerable abreviación del proceso terapéutico.

Podemos tratar con éxito una gran gama de patologías y brindar alivio o curación, de manera veloz y duradera. En lugar de llevar meses o años de las convencionales "terapias parlantes" se trabaja rápida y eficazmente en pocas sesiones... a veces en pocos minutos.

La posibilidad de desensibilizar, traumas y conductas disfuncionales en forma veloz, eficaz y duradera, sin necesidad de un trabajo arduo ni por parte del paciente ni por parte del terapeuta, posibilita abreviar la duración y el costo de los tratamientos en forma considerable. Esto es también valido para la comparación de los resultados que se logran, de modo que no sólo obtenemos velocidad, sino también logramos una modificación apreciable o una curación definitiva de la sintomatología perturbadora, motivo de consulta.

La velocidad del cambio que se produce en el sujeto es tal, que se da con frecuencia un curioso fenómeno de incredulidad ante el mismo. Manifiestan no poder creer, y a veces ni siquiera pueden evocar la emoción que una fobia de años de duración les generaba hasta hacía pocos minutos (5), y descreen que los síntomas hayan desaparecido en tan corto tiempo de trabajo, la mayoría de las veces menos de una hora.